Historia
La Fundación Camila María ha sido un sueño que hemos tenido desde hace mucho tiempo, ya que como padres de una niña especial con Síndrome de West, hemos tenido que vivir y sufrir la misma situación que otros padres con niños con alguna discapacidad viven cada día.
Solo hay que ver y escuchar los testimonios de aquellos padres que no pueden comprar medicamentos, sin recursos para llevar a su hijo a su cita médica, falta de algún equipo ortopédico, otros dependen de un medicamento que en el país no lo venden y ahí estamos nosotros, otros su situación económica no les alcanza para darle una buena alimentación, otros no pueden tenerlo en un centro especial por los altos precios mensuales de estos, otros no pueden llevarlos a los médicos especialistas ya que no toman seguro y sus cuotas son bien alta, otros que reciben burlas en las calles y esto hace que muchos padres no saquen a sus hijos fuera a recrearse y otros son olvidados a sus suerte.
Todos estos problemas que hemos conocido y vivido durante nuestra vida junto a Camila María, nos ha creado ciertas inquietudes y preguntas que son muchas veces difíciles de responder, ya que sentimos que no recibimos ayuda suficiente del Estado Dominicano y de ciertos organismos competentes. Con todo esto, como padres especiales hemos orado y pedido a Dios que nos ayude a crear algún día una fundación para ayudar a otros padres, así como nosotros, ya que como agradecimiento a Dios por todo lo que hemos recibido para nuestra hija, este será la tarea social que hemos de llevar y así contribuir en la sociedad a dar respuestas positivas a esos padres con niños especiales.
Sabemos que no tenemos recursos, pero Dios es el CAPITAN de este sueño, Él está al control de todo, Él es dueño del oro y la plata y permitirá que se abran las puertas para que este proyecto sea una realidad para traer felicidad a muchas familias con niños especiales.
Un día del mes de marzo 2021 en la mañana subí a la azotea a orar y le pedí a Dios que me diera una idea o visión, de que hacer ya que a falta de trabajo me sentía abrumado. Pasado dos horas de ese mismo día, llego a mi casa mi hermano junto a su esposa y se sentaron hablar conmigo, donde me comentaron que estaban visitando su medico y vieron frente a ese lugar un letrero que decía Fundación y esto le llego tanto a sus corazones que pensaron en este proyecto. Me alegré mucho de la visión, ya también les comenté que había orado antes y esa era la repuesta de Dios para todos nosotros ayudar a otros.
Por todo esto y por ser padres especiales agradecidos, hemos tomado la decisión de crear esta fundación, ya que Dios nos ha elegido al grupo para ser instrumento e ir en ayuda de aquellos padres que tiene niños, niñas y adolescentes con cierta discapacidad y que no cuentan con la ayuda suficiente para dar una mejor vida a sus hijos.
Somos un grupo de jóvenes familiares y profesionales, todos con un mismo propósito ¨SERVIR A OTROS¨.
Dios nos bendiga a todos en este largo camino.


